Nadia nació con una cardiopatía congénita, llamada doble salida del ventrículo derecho con estenosis pulmonar y CIV. Años después le descubrieron un defecto del tabique auricular, tuvo su primer marcapasos a los 7 años y se le cambió la válvula mitral a una válvula mecánica a los 27 años. Desarrolló insuficiencia cardíaca a los 20 años y ya necesitaba un nuevo corazón (trasplante).
Desde muy niña aprendió a lidiar con su condición y salir adelante con un gran estusiasmo por la vida. Recibió cuatro intervenciones (tres a corazón abierto) y con todo que los médicos desestimaron en muchas ocasiones sus posibilidades de vivir, por lo complicado de su padecimiento, ella no desistió de su lucha y se sensibilizó con todos aquellos niños que padecen de afecciones cardíacas.
En 2009 Nadia emprendió el camino de crear una fundación benéfica para ayudar a los niños panameños que nacieran con problemas del corazón, tomando como guía su experiencia personal y la ayuda recibida durante su paso por los hospitales. Un año después, familiares y amigos de Nadia respaldan su decisión; y dan forma a FUNDACION LATIDOS; siendo los primeros pasos dirigidos a brindar acompañamiento directo a las familias que estaban pasando por el proceso operatorio de sus hijos en las jornadas de cirugías que organizaba la Caja del Seguro Social.
Cuando contaba con 34 años, en 2011 Nadia se somete a un proceso preparatorio para optar a un trasplante de corazón en Colombia. Dios tuvo planes distintos para ella; sin embargo, dejó su legado con la hoja de ruta a seguir para la constitución formal de Fundación Latidos.